Desgraciadamente, es un tema que está a la orden del día.
Existen infinitos motivos por los que un matrimonio con niños de corta edad decide separarse. Una ruptura nunca es fácil, es un proceso doloroso y duro, ya que acaba una etapa y comienza otra. La separación implica una serie de cambios que afectan a toda la familia y es necesario asumirlos e interiorizarlos, por muy tristes que sean. Es un proceso adaptativo a una nueva situación.
La complejidad de una separación se produce por diferentes razones y, para mí, uno de las más importantes es cuando llega el momento de tener que comunicar a tus hijos la noticia.
¿Cuándo hay que comunicar la noticia?
Es primordial escoger el momento adecuado. El primer paso es estar seguros de que la decisión que habéis tomado es firme y estáis completamente de acuerdo en que ya no queréis/podéis estar juntos.
Cuando haces partícipe a tus hijos sobre el divorcio, debéis estar realmente convencidos de que el proceso está en marcha y no hay vuelta atrás.
¿Cómo comunicar la noticia?
Es un momento de cambio y de tomar nuevos caminos que, como tantos en la vida, conlleva experimentar distintas emociones. No olvides que si se hace de manera correcta será más fácil y llevadero para tus hijos. Por mi experiencia en la consulta de terapia de adultos en Valencia, sé que lo que más te puede preocupar es cómo decirles a tus niños que os vais a separar y cómo reaccionarán.
Sea la noticia esperada o no, siempre es dolorosa por los cambios que implica. Por eso, a continuación, me gustaría compartir contigo una serie de pautas y estrategias que os servirán de ayuda a la hora de sentaros con vuestros hijos para comunicarles la separación:
Debéis estar presentes los dos
Todas las rupturas son difíciles pero es importantísimo que estéis juntos a la hora de dar la noticia a vuestros hijos. Es fundamental que adoptéis una actitud de serenidad y que os mostréis seguros y confiados durante la conversación. Vuestro hijo necesita ver esa confianza por vuestra parte y también que os mantenéis a su lado incluso en una situación de crisis.
Elegid un momento de tranquilidad. Cuanta mayor calma tengáis, más seguro se sentirá vuestro hijo. Estar tranquilos no quiere decir evitar la tristeza que sentís. Es un proceso de separación y es inevitable que duela. En el caso de los más pequeños, es favorable mostrarnos muy cercanos y tener muestras de cariño con ellos constantemente. Con los más adolescentes también, pero respetando su espacio personal y dejando que ellos marquen los ritmos.
La ruptura es una decisión conjunta
La mejor opción es presentar la separación como una decisión tomada y aceptada por ambos. Aunque realmente haya sido tomada por un miembro de la pareja. Es recomendable transmitir que vais a una y en equipo, para aseguraros de que el menor recibe la información de forma estable y lograr que sienta apoyo incondicional por parte de los dos.
Sinceridad y contar la información apropiada
De algún modo (y ajustado a su edad y desarrollo madurativo), es interesante explicar a vuestros hijos el motivo de la separación (convivencia difícil, planes de vida diferentes, etc.) Los niños deben saber que habéis intentado de todas las maneras estar juntos pero que no es posible y que queréis lo mejor para todos. La separación no es una situación fácil y es importante que hagáis saber a los niños lo difícil que ha sido tomar esa decisión.
El objetivo es contar a vuestros hijos lo que está pasando y cómo les afectará. Vuestra prioridad siempre es cuidar de ellos e intentar hacer todo el proceso lo menos doloroso posible.
Favorecer que la comunicación sea clara y concreta
Mi consejo es que no dejes nada a la imaginación de tus hijos. Cuanto más claro y más concreto seas mejor para los niños, ya que les permite comprender, anticipar y prepararse. Por ello, antes de tener la conversación con los niños, debéis hablar y coordinaros para transmitir el mismo mensaje.
Permitir que puedan expresarse
Es fundamental que en todo momento les permitas que hablen y expresen sus emociones. Darles la oportunidad de que hagan preguntas y resolverlas con cariño y claridad. Es normal que puedan sentirse, tristes, culpables, dolidos, con miedo o, incluso, responsables de esta ruptura. Por eso, es importante que hagan todas las preguntas que necesiten y expresen todo lo que están sintiendo, para que podáis guiarles y acompañarles en este proceso.
Quizás las preguntas no las hagan en ese momento pero seguro que surgen en los días o semanas posteriores.
Cuando una pareja se rompe no es plato de buen gusto y es un trámite muy doloroso para toda la familia. A pesar de esto, lo importante es saber que los menores son la prioridad y que hay que hacer las cosas con cariño, coherencia y pensando siempre siempre en ellos. Centraros en transmitir un mensaje sereno, sabiendo que es la mejor decisión para el bienestar de todos.
Si no sabes cómo gestionar el momento de comunicar la separación a tus hijos, acude a un profesional. La manera en que se desarrolle el trámite de la separación marcará un antes y después para toda la familia, por lo que es esencial prestarle mucha atención y favorecer que esta etapa transcurra lo mejor posible.