Terapia para adultos en Valencia

Psicología para adultos en Valencia

No hay nada más duro que perderse o no encontrarse a uno mismo. Por esto considero que los psicólogos cumplimos la labor de ser el faro que puede apoyarte en medio de la tormenta. A lo largo de nuestra vida desarrollamos continuos sobresaltos: nos despiden, tenemos un hijo, padecemos desengaños, nos diagnostican una enfermedad etc y también nos somete a retos constantes: aspiramos a un puesto de mayor responsabilidad, los exámenes nos ciñen, no confiamos en ser capaces de alcanzar metas u objetivos…Y esto hace que nos tambaleemos y, en ocasiones, nos hundamos mentalmente.

Mi objetivo principal es ayudar a las personas a encontrar las diferentes estrategias, herramientas o técnicas para afrontar el día a día, así como las dificultades o conflictos que se les puedan presentar.

Mi método de trabajo consiste en una primera sesión de toma de contacto para “romper el hielo” y esclarecer los factores que preocupan y que hacen que haya disminuido la calidad de vida de la persona. Desde el primer momento, trato de facilitar pautas de actuación para que puedas sentirte mejor cuanto antes. Esto ayuda a incrementar la motivación y a que aumente tu implicación durante la intervención psicológica.

En sesiones posteriores, mi trabajo se encamina a conseguir que las personas vayan descubriendo su capacidad y sus habilidades para ser las directoras de su propia vida.

Al terminar el proceso terapéutico, con esfuerzo e implicación, las personas serán capaces de transformar su propia vida o la visión que tienen de ella, haciéndola más amable y positiva.

¿Qué tratamos en las sesiones?

Ansiedad:

La ansiedad es un estado que siempre ha formado parte del ser humano como mecanismo de defensa hacia un peligro. Cuando la padecemos de forma muy intensa e irracional puede ser perjudicial para la salud, manifestándose a través de unos síntomas fuertes en que la personase siente incapaz de controlar. Esta sensación, en lugar de prepararnos para la acción, nos bloquea o dificulta la puesta en marcha de comportamientos para resolver el problema.

Depresión:

Forma parte de los llamados Trastornos Afectivos. Se puede manifestar de diferentes formas, con distinta sintomatología e intensidad. Los síntomas que pueden presentarse son muy variados. Los más frecuentes son el estado de ánimo deprimido, la dejadez de no tener interés o dejar de tener capacidad de disfrute de actividades. También se pueden observar alteraciones en el área del sueño y dificultades para concentrarse. La tristeza es un componente esencial en este trastorno.

Burnout:

El síndrome de burnout, traducido como síndrome del trabajador quemado, es muy común en el área laboral. Nos sentimientos en muchos momentos agotados emocionalmente producido por el contacto con personas que demandan tú atención y cuidado, por ejemplo, el trato con compañeros de trabajo o por las altas exigencias laborales existentes. El síndrome Burnout puede ocasionar diferentes consecuencias como: déficit en el trabajo, valoración negativa de la propia competencia profesional, disminución del interés en el entorno profesional, entre muchas otras.

Autoestima:

Seguro que en alguna ocasión te has sentido bajo de moral, es muy habitual. Cuando tenemos problemas de autoestima pueden plasmarse en muchos aspectos de la vida social y en nuestro propio día a día. La inseguridad en uno mismo o baja autoestima suele verse reflejada en las conversaciones a través de la falta de asertividad, que es la capacidad de expresar lo que uno piensa o de decir “no” a propuestas que no son de nuestro agrado, aunque moleste a otros, manteniendo la balanza entre el respeto por el oyente y la defensa del propio derecho a expresarse.

Las personas que sufren de baja autoestima suelen tener unos pensamientos distorsionados que les hacen estar convencidos de que todo lo malo que ocurre a su alrededor tiene que ver con su comportamiento. Esta convicción les provoca sentimientos de culpabilidad constantemente y malestar.

 Asertividad:

Asertividad se podría definir como la forma de comunicación que consiste en defender tus derechos expresando tus opiniones y realizando sugerencias de forma honesta, sin caer en la agresividad o la pasividad, respetando tanto a los demás como a ti mismo y a tus propias necesidades.

A las personas con baja autoestima les cuesta mucho expresarse de forma asertiva, por lo que no defienden sus derechos, y esto les conduce a establecer relaciones sociales muy desequilibradas en las que suelen terminar callando y sufriendo. En otras explotando y teniendo comportamientos agresivos desproporcionados.

Objetivo de la terapia

Los tres cimientos que constituyen la base del proceso terapéutico con el adulto son:

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