Terapia infanto-juvenil en Valencia

Psicología infantil en Valencia

Me gusta que los peques me llamen “Profesora de emociones”. Creo que así se sienten más cómodos en el gabinete.

La promesa del futuro son los niños, no hay duda de que son nuestro mayor tesoro. La niñez es una etapa maravillosa e inocente, pero también es una etapa que puede sembrar grandes sufrimientos. Los niños a veces, se sienten decaídos, no saben cómo identificar, transmitir o gestionar sus emociones, presentan dificultades a la hora de relacionarse con los demás…, por lo que es necesario adentrarse en su mundo, para poder interpretarlos y lanzarles un puente de comunicación.

El protocolo de actuación que sigo desde nuestro gabinete en Valencia, consiste en realizar algunas sesiones de evaluación con el menor para analizar su comportamiento y observar qué áreas se deben reforzar para aumentar su bienestar. Posteriormente, se comunica esta información a la familia y se les facilitan pautas y estrategias de trabajo concretas para poder comenzar a intervenir de forma coordinada.

Estudiar todos los ámbitos en los que se desenvuelve el niño y la familia es el principal objetivo para conseguir que la intervención sea eficaz. En Evolma, analizamos y actuamos según el diagnóstico del niño o adolescente manteneniendo una comunicación constante y de calidad con los padres y si es necesario, también con los docentes, orientadores educativos etc.

Áreas que abordamos

Habilidades Sociales y Educación Emocional:

Las habilidades sociales son los comportamientos que utilizamos para acercarnos y  relacionarnos con nuestro entorno. Estas habilidades comienzan se adquieren en la infancia y se van desarrollando con el paso del tiempo, a través de las diferentes experiencias sociales vividas. Este es el motivo por el que los niños pueden percibir obstáculos en este sector. Cuando estos problemas se repiten de forma continua, es posible que el menor necesite de ayuda para mejorar sus relaciones sociales y así mejorar su bienestar.

Autoestima:

La autoestima se puede definir como la imagen que tenemos de nosotros mismos. Es una habilidad imprescindible para sentirnos cómodos, a gusto y  para crear vínculos sanos y fuertes con las personas. Muchas veces, los niños con una baja autoestima encuentran complicado expresar sus deseos u opiniones y se consideran inferiores al resto, creando un estado de malestar.

Por ello, es primordial que desarrollen este espacio de forma plena, para poder autoconocerse y aceptarse de forma positiva, valorando sus virtudes y trabajando sobre sus puntos débiles.

Orientación y motivación:

Resulta imprescindible estimular la motivación en los niños para que cumplan y desarrollen sus tareas con éxito y aprendizaje. Cuando los niños están poco orientados o desmotivados se producen en ellos “la rabieta”, porque se sienten desorientados y por ello no actúan de manera correcta. Para conseguir una motivación por parte del menor debemos emplear aquellos recursos accesibles que le motiven y le creen expectativas a través de un ambiente familiar y amigable, fomentando una iniciativa propia y personal, buenas actitudes e ideas, y por supuesto, la creatividad.

Autonomía y Nuevas Responsabilidades:

Recomiendo promover la autonomía en todos los aspectos de la vida de un niño: hábitos, interacciones sociales, desarrollo intelectual. Inculcar algunas medidas es necesario para fomentar la responsabilidad, estableciendo normas y límites coherentes, así como ayudar en la toma de decisiones desde pequeños. Este cultivo es imprescindible para formar seres capacitadas e independientes.

Dificultades en la Atención:

Eficacia atencional consiste en atender cualquier detalle en su totalidad, crear conexiones entre los estímulos, desarrollar la comprensión y relacionar las señales, identificar los estímulos relevantes, etc. En  muchas ocasiones, los niños presentan problemas en este ámbito, lo que les genera malestar en muchas aspectos de su vida diaria. Es fundamental identificar de forma temprana y correcta los patrones de atención en los niños, así como poner en marcha estrategias de mejora si es necesario, ya que se trata de un aspecto imprescindible para un  desarrollo adecuado del menor.

Comportamiento y Conducta:

Existen momentos en los que los niños discuten y muestran su disconformidad de forma desproporcionada, son agresivos o tienen conductas desafiantes con los adultos o con sus iguales. En numerosas ocasiones sucede por una dificultad en gestionar sus sentimientos, lo que provoca una expresión emocional desajustada. Es posible que se produzcan comportamientos poco comunes para la pronta edad del menor, persistan a través del tiempo o sean graves. Es importante enseñarles recursos y herramientas que les permitan regular sus comportamientos y expresarse apropiadamente.

Informes Psicológicos:

¿En qué consisten? Son pruebas evaluativas para conocer y concretar un posible diagnóstico y poder trabajar sobre ellos. Los resultados de las evaluaciones son de gran ayuda para que el psicólogo pueda determinar el rumbo que ha de tomar el proceso terapéutico o incluso dar una segunda opinión sobre el diagnóstico del menor. 

Los Informes tienen como objetivo el conocimiento de todos los detalles del niño para que su desarrollo personal pueda ser saludable y equilibrado y, lo más importante, garantizar su bienestar.

Objetivo de la terapia

El objetivo del proceso terapéutico es que tanto los niños o adolescentes como sus familias adquieran la seguridad y confianza que ofrece ser capaz de gestionar las propias emociones, al mismo tiempo que se respetan las de los demás, porque se cuenta con nuevas herramientas y habilidades que les garantizan bienestar. Los tres apoyos que constituyen el soporte del proceso terapéutico son:

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