Los 8 beneficios de ir al psicólogo

Entre tú y yo y hablando claro: la vida no es fácil. Nada fácil. En muchas de las etapas que atravesamos, se nos presentan obstáculos, desafíos, desencuentros y decepciones que pueden ser muy difíciles de manejar.

Existen numerosos retos vitales que puedes resolver por ti mismo. Pero hay otros problemas que puede que te impidan avanzar y que no sepas cómo afrontar de forma constructiva. Las personas que acuden a terapia han intentado solucionar sus conflictos pero no les ha resultado posible. Muchas veces existen factores que mantienen la problemática. Esto es habitual y, si nos paramos a pensarlo, todos hemos pasado (o pasaremos) por un momento así. Desde Evolma, siempre transmitimos a nuestros pacientes lo importante que es pedir ayuda cuando te sientes desbordado. Porque no hay salud sin salud mental, y cuidar de nuestra estabilidad emocional es clave para incrementar nuestro bienestar en el día a día.

¿Por qué es tan importante acudir a terapia para tu crecimiento personal?

Seguro que conoces a alguien o incluso tú mismo piensas que ir a terapia es para personas débiles. Nada más lejos que la realidad. Pedir ayuda cuando la necesitas es de valientes. Priorizarte, luchar por tu bienestar y querer evolucionar es una de las mayores formas de expresar tu fuerza y coraje. Evolma, en sus procesos de terapia tiene como finalidad aportar las herramientas necesarias para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que acuden a nuestro gabinete. Las terapias psicológicas aportan grandes beneficios para tu salud mental y bienestar, lo que se refleja en todas las áreas de tu vida. Por eso resulta tan primordial dar un paso al frente y buscar ayuda profesional cuando sientas que no sabes cómo avanzar o te encuentres desbordado.

Cuando se estropea un coche, lo llevamos a un taller para que lo examinen y lo arreglen, de la mano de profesionales ¿no? Con la Psicología pasa exactamente lo mismo. El objetivo de ir a terapia es aprender a gestionar lo que te preocupa, poniendo el foco en ti y en tus posibilidades para que salgas reforzado y escojas tu propio camino en función de tus preferencias y decisiones. Es importante que naturalicemos y normalicemos la acción de pedir ayuda. Somos humanos y todos la necesitamos en alguna ocasión. Hay momentos en los que nos sentimos sobrepasados por las circunstancias. Y es lógico y normal.

Las personas tenemos mucho más poder de decisión del que pensamos. Muchas de las cosas que nos suceden dependen de nosotros mismos. Es decir, de cómo las abordamos o interpretamos. Por ello, la actitud que adoptes es un valor fundamental durante el proceso terapéutico. Sin voluntad propia, sin ganas o sin motivación, por mucho que te pongas en manos de profesionales, no te va a resultar efectivo. Porque solo se puede ayudar a quien quiere ser ayudado. Si no existe una predisposición favorable, nos encontramos ante una barrera que solo la propia persona puede derrumbar.

En este proceso de crecimiento y desarrollo personal, es fundamental que escojas a un profesional de la salud mental que te genere confianza y con el que te encuentres cómodo. Es el primer paso. Cada psicólogo utiliza un enfoque terapéutico distinto. Tómate tu tiempo para valorar y elige a aquella persona que consideres que encaja contigo. La terapia es un trabajo en equipo, por lo que es imprescindible que te sientas en paz con tu terapeuta.

Me gustaría contarte algunos de los aspectos positivos de acudir al psicólogo. Así que..¡Allá voy!

Acudir a terapia

  1. Te ayuda a sentirte mejor: Con tu psicólogo puedes expresarte con total confianza y libertad. El psicólogo no te juzga, sino que trata de ayudarte desde una postura objetiva y proactiva. Todo ello resulta beneficioso para tu bienestar, ya que te permite sentirte escuchado y aceptado, y analizar tus preocupaciones desde diferentes perspectivas.
  2. Te enseña herramientas y estrategias eficaces para gestionar los conflictos: Lo problemas son como la vida misma. Los hay siempre en alguna etapa y en muchos momentos son necesarios para el crecimiento personal. Nos fortalecen y nos enseñan a desenvolvernos en nuestra vida diaria. La función del psicólogo es guiarte para que puedas descubrir y poner en marcha tus recursos para afrontar lo que te preocupa.
  3. Te orienta para que puedas flexibilizar y cambiar tus creencias limitantes: Los valores que tenemos y también nuestras creencias, son los motores que nos mueven en una dirección u otra a la hora de actuar o tomar decisiones. Es importante tener en cuenta que una misma situación tiene diferentes puntos de vista y se puede afrontar de formas distintas. El psicólogo te ayuda a identificarlas, analizarlas y construye contigo las diferentes herramientas para desarrollar esta tarea que implica cambio y proactividad.
  4. Te enseña a quererte más: La introspección que se trabaja en terapia te permite valorarte como te mereces. El profesional psicólogo te ayuda a descubrir tus cualidades y habilidades, para que seas consciente de la cantidad de recursos que tienes dentro de ti. Y también para que te los reconozcas y les des la importancia que tienen. Esto afectará positivamente a tu mente, a tu tranquilidad y ganarás energía positiva y paz interior.
  5. En terapia se trabaja desde la profesionalidad y el rigor científico: Los psicólogos tenemos amplios conocimientos sobre la conducta de los seres humanos. Por ello, aplicamos fórmulas efectivas para guiar en los diferentes procesos de desarrollo y evolución de las personas. En terapia existe una base sólida de conocimientos que te ayudarán en tu crecimiento personal y vital. No debemos olvidar que la Psicología es una ciencia y que los psicólogos somos expertos en salud mental y trabajamos a partir de enfoques validados.
  6. Te empodera ante la vida y tu día a día: En terapia aprendes a ser dueño de ti mismo y a saber tomar tus propias decisiones. El proceso terapéutico te fortalece, ya que sientes que tú eres quien crea tu propio camino. El psicólogo no te dice cómo debes actuar, sino que refuerza tus esquemas mentales y flexibiliza tus dinámicas de pensamiento, para que seas tú quien elija lo que consideres que es más adecuado.
  7. Te guía para que puedas conocerte mejor: A partir de diferentes dinámicas psicológicas científicamente validadas, el psicólogo promueve que profundices en ti mismo y que prestes atención a tus necesidades, preferencias y emociones. A través de diferentes técnicas y estrategias, podrás ser consciente de las diferentes maneras en las que el problema te hace sentir, cómo puedes enfocar tus pensamientos y por qué aparecen los sentimientos de malestar.
  8. Te acoge y crea un entorno para que puedas expresarte de manera honesta: El entorno de confianza que se crea entre psicólogo y paciente permite que puedas expresar tus problemas y sentimientos con tranquilidad y seguridad. Incluso aquellos que te da apuro contar a las personas de tu alrededor. El psicólogo te acepta de forma incondicional, sin juicios de valor ni opiniones personales, ofreciéndote una atención totalmente personalizada y ajustada a tus necesidades y preferencias. Su misión es que te sientas cómodo y trabaja desde la empatía y la cercanía, siempre tomando como base la profesionalidad y objetividad.

¿Qué te ha parecido? La verdad es que sorprende ser consciente de la cantidad de puntos favorables que puede generar una terapia psicológica de calidad. Pedir ayuda profesional es un acto de amor hacia uno mismo. Por ello, te invito a que inviertas en tu bienestar mental y emocional cuando consideres que podría ser bueno para ti. Porque tú eres tu mayor proyecto y tu salud mental es prioritaria, ya que se encuentra a la base sobre la que se desarrolla todo lo demás.

¡No te dejes para después!