¿Te cuesta conciliar el sueño? ¿Duermes bien? A la hora de irte a la cama, ¿llegas con sueño?
“El insomnio en España afecta a entre el 20 y el 30% de la población y el 80% de los que sufren problemas del sueño no acuden a un especialista por desconocer que se trata de un trastorno”.
La importancia del sueño
Existen muchos factores a tener en cuenta que se nos pueden escapar a la hora de lograr un sueño reparador y de calidad. Estos aspectos provocan que no tengas las horas de sueño idóneas. Conocer la realidad de nuestro sueño y restablecerlo de una manera adecuada, puede suponer una diferencia muy grande en nuestro bienestar.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) subraya que la salud del sueño es importante tanto a corto como a largo plazo, y que una falta de descanso habitual aumenta el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, hipertensión u otras enfermedades, además de afectar al bienestar general y a la calidad de vida.
Es fundamental tener un sueño de calidad. Necesitamos reponer energías cada día. La falta de sueño de manera continuada puede perjudicar tu salud física y psíquica. Es frecuente que percibas que no es tan fácil conciliar el sueño por las noches como consecuencia del ritmo vital que llevas, el estrés laboral, las preocupaciones propias y las circunstancias cotidianas.
¿Por qué no puedes dormir bien?
La causas son muy variadas. A continuación, expongo las principales:
- Causas físicas: alguna enfermedad, por el embarazo, como efecto secundario de algún medicamento.
- Causas psicológicas: el no poder conciliar el sueño puede ser debido al estrés en tu vida (laboral o personal). También puede ser un síntoma de padecer ansiedad o depresión.
- Hábitos inadecuados: acostarse de madrugada, cenar de manera abundante, llevar horarios irregulares a diario.
- Causas temporales: son pasajeras y ocurren como resultado del momento que atraviesas en tu vida. Es oportuno señalar que esta causa es una ventaja en cierto modo, ya que podrás detectar con mayor facilidad cuál el motivo de estar durmiendo peor. Un cambio de horario de trabajo, las noches veraniegas cuando hace más calor, sufrir un pico de estrés alto, una ruptura sentimental o la pérdida de algún ser querido son algunos ejemplos.
Diferencias entre descansar y dormir
¿Es lo mismo dormir y descansar?
Muchas veces creemos que estamos durmiendo y la realidad es muy distinta, simplemente estamos descansando. Podemos descansar sin dormir y puede ser que estemos durmiendo sin descansar.
Dormir es el acto principal para que nuestro organismo consiga descansar a diario, pero también podemos descansar despiertos física y mentalmente… Por ejemplo, si te tumbas en el sofá, leyendo un buen libro, escuchando una música apropiada para la relajación o incluso paseando o haciendo una actividad física ligera como puede ser el yoga o la meditación.
Por otra parte, el dormir no garantiza el descanso adecuado. Cuando dormimos el proceso es el siguiente: la consciencia se va apagando, poco a poco. Sin embargo la inactividad es solo parcial, ya que el cerebro sigue trabajando activamente y nunca descansa, incluso cuando soñamos. Los sueños son la demostración de la actividad cerebral.
¿Por qué es importante descansar bien durante las horas de sueño?
El sueño es la reducción cíclica del nivel de consciencia, cuyo objetivo principal es la recuperación diaria del organismo. Muchos piensan que dormir pocas horas al día es normal y no lo es, ¡Es necesario dormir, como mínimo, entre 7 y 9 horas!
11 consejos para conciliar un sueño de calidad:
- Evita el uso de las nuevas tecnologías durante las horas previas a dormir. En su lugar, lleva a cabo actividades tranquilas y relajantes, como por ejemplo dibujar, hacer pasatiempos o leer un libro.
- Trata de que las cenas sean ligeras y no copiosas o indigestas. Cuida tu alimentación.
- Haz un buen uso de la luz y del sonido por las noches. Emplea una luminosidad tenue y un tono de voz sosegado.
- Conserva una buena ventilación en la habitación de dormir para conseguir una temperatura adecuada (ni mucho calor, ni mucho frío).
- Realiza ejercicio físico moderado a lo largo de la mañana o a primera hora de la tarde. Si hacemos deporte a última hora del día, activamos nuestro organismo y resulta contraproducente para conciliar el sueño.
- Escucha música relajante o realiza ejercicios de respiración antes de acostarte. En este sentido, procura que tu mente esté despejada y con pensamientos agradables.
- Intenta que la habitación de dormir esté destinada para el descanso. Para ello, no trabajes en la misma habitación en la que duermes ni hables por teléfono tumbado en la cama.
- Es primordial que mantengas rutinas de sueño estables y organizadas.
- La ducha con agua caliente fomenta la relajación. La puedes acompañar con una infusión.
- No ingieras sustancias estimulantes, como por ejemplo la cafeína, a lo largo de la tarde o por la noche.
- Evita pasar mucho rato en la cama intentando dormir, ya que puede generarte frustración y convertirse en un factor mantenedor del problema. Si esto te sucede, te recomiendo que te levantes de la cama, cambies de habitación y desarrolles algún ejercicio relajante o alguna actividad de desconexión como la lectura, meditación o respiración hasta que tengas sueño.
¿Has aplicado todas estas técnicas durante un periodo tiempo y no te resultan efectivas? Evolma te aconseja que te pongas en manos de profesionales de la Psicología. Quizás existe alguna dificultad emocional o personal que influye en tu descanso y no te permite dormir adecuadamente.
Ir de la mano de un Psicólogo para crear buenos hábitos de sueño, rutinas ajustadas y poder trabajar cualquier problema emocional, es la llave para conseguir incrementar tu bienestar vital.