La forma en la que nos comunicamos actualmente ha cambiado. Los avances en la tecnología y los medios de comunicación, han favorecido que la forma de interaccionar sea, en muchas ocasiones, más virtual que presencial. Esto puede dar pie a la aparición de nuevos fenómenos, como el denominado “ghosting”.
¿Qué es el ghosting?
Consiste en finalizar algún tipo de relación al dejar de responder los mensajes del emisor, desapareciendo de las redes sociales. Así, se corta directamente la comunicación con una persona con la que se llevaba un tiempo hablando y con la que se mantenía una relación afectiva.
Es decir, implica desaparecer de la vida de alguien sin explicación, ni un adiós.
Este término proviene de la palabra “ghost” en inglés, fantasma. El hecho de que una persona desaparezca repentinamente, como si nunca hubiera existido o formado parte de tu vida.
Formas de manifestar el ghosting:
El ghosting puede presentarse de dos formas. Existe un ghosting de aparición brusca en el cual, la persona con que se mantenía una relación, desaparece por completo de forma súbita y llega, incluso, a bloquear al otro en todas las redes sociales o medios de comunicación. Pero también hay un ghosting gradual, caracterizado por la desaparición paulatina. En consulta, detectamos este último, porque se percibe un cambio de actitud en dicha persona. Así, por ejemplo, nunca inicia las conversaciones con la víctima, evita responderle cuando se le pide sinceridad o utiliza frases evasivas como “No he tenido tiempo de llamarte” o “¡Si te dado un like! “
¿Te resulta familiar?
La conducta de ghosting no se limita a las relaciones románticas. Las relaciones de pareja informales, las amistades e, incluso, las relaciones de trabajo pueden terminar de esta manera.
- Relaciones de pareja: Es, con mucho, la más común y frecuente. En consulta vemos que el ghosting en relaciones amorosas suele darse después de una cita, en las primeras semanas de iniciar una relación o incluso he llegado a ver ghosting después de haber pasado varios años de relación con la misma persona.
- Relaciones de amistad: También puede suceder en estas relaciones. Un amigo que deja de contestar mensajes o llamadas, o que, sin explicación alguna, procrastina o pone excusas para evitar quedadas. El ghosting en relaciones de amistad puede ser tan doloroso como el romántico, pues, en ocasiones, son años y años de cercanía y conexión.
- Relaciones laborales: Se trata de empleados que desaparecen y cortan la comunicación, sin avisar ni dar explicaciones al equipo.
Perfil de la persona que hace ghosting
La mayoría de personas que hacen ghosting no tienen, conscientemente, intención de hacer daño. Su conducta es un reflejo de su personalidad y puede apreciarse:
- Mala gestión emocional. No hay un desarrollo correcto de la responsabilidad afectiva.
- Dificultad para afrontar situaciones difíciles o para dar explicaciones.
- Deficientes habilidades de comunicación.
- Falta de empatía hacia los sentimientos de los otros.
- Baja autoestima. Creación de barreras protectoras evitativas. El miedo a la confrontación o el rechazo, hace que huya en vez de afrontar la situación.
- Narcisismo en ocasiones.
- Ansiedad social, especialmente en personas jóvenes.
Todo ello hace que existan problemas para conectar, mantener el contacto y establecer un compromiso con el otro.
Para la persona que practica el ghosting, huir de una relación es una salida sencilla y rápida. No necesita dar explicaciones ni enfrentarse cara a cara con el otro y con su, probable, dolor o desconcierto. Como le resulta tan fácil, puede que continúe repitiendo este patrón en sus relaciones futuras.
Repercusiones del ghosting en la víctima
Dependen, en gran medida, de la importancia que haya tenido para ella la persona que le ha hecho ghosting, Si la relación ha sido intensa o duradera, o la víctima presenta baja autoestima puede tener un grandísimo impacto emocional.
Por otro lado, en aquellas víctimas que gestionan mal sus emociones, el sentirse utilizadas y desechadas por ghosting, hace que se refuercen sus autovaloraciones negativas y lo interpreten como algo merecido por un sentimiento de culpa.
Por último, desconocer las causas por las cuales es apartada y omitida, hacen muy difícil que la víctima pueda cerrar capítulo y esté en condiciones de afrontar nuevas relaciones y se repita frase como: “¿Qué habré hecho mal ?”, “¿Será mi culpa?”, “Debo ser horrible para que ni si quiera se despida de mí”.
¿Cómo superar el ghosting?
Como psicóloga te recomiendo que dejes de buscar excusas o de justificar el comportamiento del otro. Probablemente, haya desaparecido por no saber enfrentarse a sus emociones. Y como siempre digo, lo que los demás actúen o hagan tiene que ver con ellos y no contigo, no lo olvides.
Mis recomendaciones para superar y pasar el duelo de ghosting:
- Reconoce y acepta la situación: Tú mereces algo mucho mejor.
- Respeta tus emociones y su ritmo: Es natural sentirse triste, enfadado o herido durante un tiempo, que para cada persona tiene una duración.
- No te culpes: Ten en cuenta que el ghosting no depende de lo que hayas hecho. El ghosting tiene que ver con las habilidades de gestión emocional, de las que carece la otra persona.
- Conecta con tus emociones: Estás son las preguntas que hago en consulta: “¿Cómo quiero sentirme en una relación? ¿Cómo me está haciendo sentir esta persona?” ¿Cuál es tu respuesta a estas preguntas cuando piensas en una persona que te hace ghosting?.
- Autocuidado y autoestima: Lo más importante eres tú, así que, escúchate y mímate mucho.
- Aprende de la experiencia y no generalices: Lo que ha pasado no tiene por qué volver a repetirse en otras relaciones.
- Busca apoyo en tus familia o amigos o pide ayuda psicológica si lo necesitas.
- Y, por último, y muy importante, no busques contactar con esa persona.
¡Nos leemos de nuevo en unas semanas con un tema navideño! Hasta entonces, cuida de ti y de tu salud mental.