“Me enamoró con cada palabra, me destruyó con cada acción” Frida Kahlo.
“Un clavo saca otro clavo” Seguro que habrás oído a muchas personas de tu entorno afirmar que solo hace falta conocer a un nuevo amor para olvidarte del anterior.
¡Error! El “clavo” solo se va gracias al trabajo de uno mismo. Y conlleva un proceso de crecimiento personal. Es necesario pasar por un duelo, aceptar la nueva realidad y sanar tu propia mente. Cuando hayas conseguido superar esta fase, será cuando estarás preparado mental y emocionalmente para conocer a alguien.
Hablemos de Mitos
La palabra mito hace referencia a una serie de creencias que conviven en nuestra sociedad y cultura. Tendemos a aceptar estas creencias como algo real, aunque muchas veces no es así.
Utilizamos los mitos para dar una explicación a situaciones cotidianas que experimenta la sociedad acerca de un aspecto de la realidad. El mito influye en nuestra manera de pensar y comportarnos. Si el mito se convierte en una creencia firme, puede ser que en alguna ocasión lleguemos a tener una idea errónea sobre una situación.
Hablemos de Amor
¿Qué es el amor?
Forma parte de una emoción que emerge desde que eres niño. Prácticamente cuando naces, ya empiezas a experimentar una serie de sentimientos. Por supuesto, son emociones que van adquiriendo complejidad
a lo largo de nuestro crecimiento y desarrollo personal. El amor es un sentimiento relacionado con el cariño y el afecto. Pero las formas de comprender expresar, definir y vivir el concepto de “sentir amor” son construcciones socioculturales.
Y además, es el sentimiento o uno de los sentimientos más deseados y valorados por las personas. Cierto es que el significado de amor ha ido evolucionando a lo largo de la historia. Hemos ido asociando este concepto a las palabras felicidad, alegría, bienestar, plenitud, compromiso…Pero también hemos construido muchos mitos alrededor de la palabra amor.
¿Qué es el mito del Amor Romántico?
Tal y como lo conocemos, es un amor histórico y heredero del amor cortés, el amor burgués y el victoriano. “Se consolida en la dependencia entre hombres y mujeres, encontrando justificación en esa supuesta necesidad de complementación psicológica entre los dos miembros”. A partir de aquí nacen los estereotipos, roles y mandatos de género.
El primer mito que me viene a la cabeza con respecto al amor romántico es que “el amor puede con todo”. El amor es algo complementario a ti, ni puede con todo ni es suficiente para vivir. Es importante que tengas presente que debes trabajar duro en tu día a día para lograr un amor sano y de calidad, no solo con tu pareja, sino también con tu familia, amigos y, sobre todo, contigo mismo. Recuerda que el amor es un aspecto más de tu vida, pero no el único. Existen otros valores que también son relevantes.
Tu trabajo, tu esfuerzo, tu constancia, tu humanidad, tu honestidad, ¡Esto es lo que podrá con todo!
Otro mito que me gustaría destacar es la afirmación de que “es normal sufrir por amor”. Debemos tener cuidado con esta conclusión. Y es que, en ocasiones, se pueden normalizar actitudes y conductas que no son adecuadas. El respeto mutuo es la base fundamental para establecer cualquier tipo de relación sana y gratificante. Si no existe, tarde o temprano surgirán consecuencias negativas, tanto a nivel personal como de pareja. El amor debe suponer una fuente de felicidad y satisfacción. Se trata de una elección propia y libre, que se hace con el objetivo de compartir y prosperar junto a otra persona.
Las dos primeras acepciones del Diccionario de la Real Lengua Española destacan estas características del mito del amor romántico:
- Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
- Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
Los mitos en el Amor más comunes
Hasta ahora hemos mencionado dos mitos con los que convivimos a diario con respecto al amor, pero puede que también te sientas identificado con alguno de estos:
- “Mi media naranja”. Es un ejemplo claro del tipo de idea de “amor-fusión”. Pensamos que hay una persona que nos completa y que está destinada a nosotros. La realidad es muy distinta. Cada ser humano ya es completo por sí solo y tiene la libertad de elegir (si lo desea) a otra persona para compartir experiencias vitales juntos.
- Emparejamiento: Asociamos que lo normal es estar en pareja con una persona del sexo opuesto. Sin embargo, esto no es cierto. Sabemos que existen distintos tipos de relaciones amorosas y que todas ellas son válidas. Lo que importa es que exista amor, respeto y confianza. También la decisión de no tener pareja es adecuada. Cada persona es libre de escoger cómo quiere enfocar su vida personal.
- Amar significa tener mariposas en el estómago. Hay muchas formas diferentes de sentir y expresar el amor, por lo que es incorrecto que consideremos lícita solo una de ellas.
- “Nuestra relación y nuestros sentimientos seguirán igual aunque pase el tiempo” Las relaciones y los sentimientos evolucionan con el tiempo. Esta evolución no es negativa. Al contrario. Conforme avanza la relación, muchos sentimientos se incrementan, como la confianza o la compenetración. Todo ello permite consolidarse y crecer juntos como pareja. Además, el hecho de ir logrando objetivos vitales es positivo, ya que supone cambios y ayudan a no quedarnos atascados en una etapa.
- La desconfianza, limitar la libertad o controlar se interpretan como signos de amor. Los celos no son señal de enamoramiento, sino de inseguridad.
- “Discutimos porque nos queremos”. ¡Falso! Al igual que “Si discutimos, no nos queremos”. Está claro que los conflictos forman parte de las relaciones. Pero no son un factor que determine cuánto nos queremos. Es el modo de resolverlos lo que indica cómo trabajamos en equipo para llegar a acuerdos y puntos comunes.
- “Final feliz de cuento”. Romper con alguien no significa fracasar. De hecho, podemos salir fortalecidos de una ruptura y darnos cuenta de que ha sido la decisión más acertada. A veces, nos encontramos en algún bucle de infelicidad sin ser conscientes, y terminar con la relación amorosa nos supone un alivio y un aprendizaje vital.
- “Si mi pareja me quiere de verdad, tiene que saber lo que necesito aunque yo no se lo diga”. Cada persona tiene una personalidad distinta, por lo que interpreta la realidad de una forma diferente. No olvidemos que nadie tiene la capacidad de leer la mente. Además, querer a alguien no supone adivinar sus pensamientos, sino apoyarle y respetarle. Por ello, es esencial potenciar una adecuada expresión emocional para fortalecer los vínculos en las relaciones. Es muy importante trabajar la confianza y no dar por hecho que tu pareja conoce todas tus necesidades o lo que quieres en cada momento. Resulta fundamental fomentar una buena comunicación, para que podáis escucharos, entenderos y crear un camino juntos hacia el futuro.
5 Mitos del Amor del 2020
- “Es sano tener una relación abierta”. Muchas veces pensamos que si mi pareja tiene otras relaciones, no nos debe molestar. Esto no es una verdad universal, ya que lo que es sano o no depende de la pareja en sí. Y todos conocemos el dicho: “Cada pareja es un mundo”. Por esto mismo, mantener una relación abierta es una decisión que debe ser aceptada y consensuada por ambas partes. Si alguno de los miembros de la pareja no está al tanto de la situación, nos encontramos con un problema que puede quebrar la confianza y herir emocionalmente.
- La presión social de “tener mucha experiencia sexual y probarlo todo”. No tienes por qué experimentarlo todo, ¿quién dice eso? Recuerda que tú tienes la libertad de elegir y decidir qué es lo que prefieres, y eso será lo correcto para ti. Lo imprescindible es que te haga feliz.
- “Si dejas de tener relaciones sexuales muy frecuentes es que algo falla”. La sexualidad es un área vital que cada persona vive y disfruta de manera totalmente diferente. No existe un número concreto ni idóneo de relaciones sexuales a la semana. Además, recordemos que cantidad no necesariamente implica calidad. Lo fundamental es que ambos miembros de la pareja estén conformes con su vida sexual. Si lo están, todo marcha bien.
- “Las relaciones largas son falsas, el amor no dura”. El amor si dura, siempre que exista esfuerzo y trabajo. Todo ello se refleja en la compenetración con tu pareja, en el respeto mutuo, en la libertad individual, y en el apoyo diario.
- “Somos promiscuos por naturaleza: es imposible ser fiel”. En la actualidad, el concepto de las relaciones de pareja ha experimentado muchos cambios. Es más accesible conocer gente a través de redes sociales, en el trabajo, tenemos más actividad social que hace unos años, y esto supone que las relaciones puedan enfocarse de otra manera, quizás con más libertad. Cada miembro de la pareja es más independiente y tiene su espacio personal. Cabe destacar que libertad no es sinónimo de infidelidad. Está en tu mano cómo quieres orientar y gestionar tu autonomía e individualidad.