¿Por qué sentimos dependencia emocional?

Hoy hablamos de un tipo de dependencia: la emocional. Y, antes de nada, me gustaría preguntarte:

¿Cultivas el amor propio día a día? ¿Trabajas la autoestima? ¿Qué es la dependencia emocional para ti?

Tu autoconocimiento y autovaloración positiva son la clave para generar una relación sana y de calidad contigo mismo y también con tu entorno.

¿Qué es la dependencia emocional?

Se manifiesta a través de las personas que depositan su autoestima en manos de los demás. Estas personas suelen establecer la mayoría de sus relaciones personales (familia, amigos o pareja) a partir de una fuerte subordinación emocional.

Una persona que sufre dependencia emocional desarrolla ansiedad ante la idea de abandono y está dispuesta a ceder y hacer, e incluso soportar todo tipo de cosas, con tal de no ser dejada. Cuando se entra en esta dinámica, la relación se deteriora y el sufrimiento sale a flote de forma potente. Es en este momento cuando se crea un gran desequilibrio afectivo.

Dependencia emocional en una relación de pareja

El origen de la dependencia emocional surge en la infancia y es debido al estilo de apego afectivo que establecen los niños con sus progenitores y con su entorno más cercano. Si existe una deprivación emocional o escasez afectiva por parte de los padres, las posibilidades de ser dependiente a nivel emocional se incrementan.

Es frecuente que esta dependencia emocional se exteriorice cuando se inicia una relación de pareja al final de la adolescencia o al inicio de la juventud, ya que es en esta fase cuando vivimos y sentimos de forma más intensa y cuando se desarrolla la personalidad.

En esta etapa, la entrega en la relación suele tener un punto de inocencia, de ilusión y de incondicionalidad hacia la otra persona. Esto genera una faceta romántica en uno mismo que potencia la probabilidad de mantener una relación de dependencia con la pareja.

En una relación de pareja, la dependencia emocional puede definirse como la necesidad excesiva de sentir la parte afectiva o sentimental por parte de la pareja. Este patrón persistente de búsqueda de afecto y reafirmación termina por causar comportamientos desadaptativos, ya que se intentan suplir las carencias propias a través de los actos de la pareja y no a partir de uno mismo.

Ocurre que, en algunas ocasiones, la dependencia emocional va de la mano con algunos mitos del amor o tópicos como el amor romántico o “mi media naranja”, que muestran una relación asimétrica donde idealizas a tu pareja y al compromiso sentimental. Por tanto, la entrega en la relación no está al mismo nivel.

La esencia para que una relación amorosa sea satisfactoria consiste en crear tu propia autonomía, cuidar de tu intimidad y conservar tus rutinas, al mismo tiempo que disfrutas de tu vida en pareja. El objetivo es trabajar estas áreas para mantener una relación sana que conduzca a un desarrollo conjunto y lograr compaginar tu individualidad con el espacio compartido con tu pareja.

Dependencia emocional

Las 3 características de personas con dependencia emocional:

  1. Baja autoestima: Las personas que padecen dependencia emocional se infravaloran de manera sistemática y se consideran menos válidas que el resto. Suelen mostrarse muy críticas con ellas mismas y, en muchas ocasiones, llegan hasta el punto de sentirse culpables por cosas que suceden a su alrededor de las que no son responsables. Buscan continuamente la aprobación de los demás.
  2. Miedo a la soledad: Fobia a no poder y a no saber vivir solo. Las personas que sufren dependencia emocional, se sienten incompletas si no tienen pareja y solo conciben una vida plena y feliz si están en una relación. Invierten mucho tiempo en la búsqueda de pareja, ya que necesitan estar acompañadas en todo momento, sin pararse a pensar si realmente son felices. Se muestran inseguras ante la soledad y no confían en si mismas ni en sus capacidades. Sienten la “necesidad” de compañía para sentirse realizadas y seguras.
  3. Estado de ánimo negativo: La dependencia emocional suele ir acompañada de cuadros de ansiedad y, a veces, de depresión. En general, estas personas tienen una visión muy negativa de sí mismas, de su entorno y del futuro, y encuentran fácilmente inconvenientes y quejas en la mayor parte de sus escenarios y contextos vitales.

¿Qué puedes hacer para mantener una relación sana?

  1. Fortalecer tu autonomía: Te aconsejo que promuevas tu capacidad de autorregulación. ¿Cómo hacerlo? Dedica tiempo a conocer tus emociones, siéntete seguro de tus decisiones y trabaja el saber estar contigo mismo. Trata de disfrutar de tu propia compañía y busca actividades que te resulten agradables. Esto te permitirá aumentar la confianza en ti mismo y aprender a vivir en el presente, sin miedo al abandono o a que las cosas puedan cambiar.
  2. Fomentar tu autoconocimiento: Invierte tiempo en descubrirte y conocerte más y mejor. Quizás puedes encontrar facetas personales positivas que no conocías. Si escuchas, te comunicas y compartes tus emociones fomentas una relación sana. Todo ello te ayudará a sentirte más confiado y tranquilo en tus relaciones interpersonales, en lugar de vivir con miedo y con ansiedad. Recuerda la importancia de estimular la asertividad y tu inteligencia emocional.
  3. Potenciar tu autoestima: Es fundamental que te valores y te aceptes de forma constructiva y proactiva para sentirte bien y poder formar vínculos sanos con los demás. Enfócate en tus cualidades y permítete tener defectos. No te compares e intenta ser tu mejor versión y sentirte orgulloso de ti mismo. ¡Trátate bien!

El quid de la cuestión se encuentra en alcanzar el equilibrio y no ser completamente dependientes o independientes, sino desarrollar y fortalecer lazos sanos de interrelación con los demás que nos permitan compatibilizar nuestras diferentes áreas vitales.

En Evolma te ayudamos a construir relaciones sanas en todos los ámbitos de tu vida, con el objetivo de incrementar tu bienestar. A través de un diagnóstico personalizado, te ofrecemos pautas de actuación concretas para que puedas potenciar tus habilidades sociales y emocionales a través de recursos personales útiles y eficaces. Nuestra finalidad es promover y fortalecer tu regulación emocional y la seguridad y confianza en ti mismo.

“Cualquier dependencia se cultiva si NO trabajas día a día tu autoestima y tu independencia personal a la hora de desenvolverte en los diferentes aspectos de tu vida cotidiana. Desarrolla e impulsa tu habilidad para tomar tus propias decisiones” Regina Trénor.